La galería Helga de Alvear acoge hasta el 28 de febrero en Madrid la última acción del polémico artista Santiago Sierra.
El vídeo, que presenta como símbolo del temor del hombre blanco hacia la inmigración, se enmarca en su habitual obsesión por la denuncia contundente y sin tapujos a lo largo de 45 minutos dividido en ocho actos. Por 250€ los 70 participantes seleccionados muestran todas las combinaciones posibles de penetración entre grupos de hombres y mujeres de raza blanca y negra, reabriendo nuevamente el debate sobre la consideración contemporánea de lo que es arte y las diversas interpretaciones que enfrentan al espectador.
De hecho, la radical puesta en escena de Sierra provocó las críticas y posterior cierre de una de sus obras clave en la sinagoga alemana de Stommeln. Para esta pieza bautizada "245m3", se colocaron unas mangueras desde los tubos de escape de seis coches que enviaban el monóxido de carbono al interior de la sinagoga, cuya falta de población judía debido al exterminio nazi tras la Segunda Guerra Mundial hizo inviable su uso religioso. El público debía acceder individualmente protegido con una máscara de respiración artificial y custodiado por un técnico de seguridad sin sobrepasar los cinco minutos, ya que la cantidad de monóxido acumulado era suficiente como para ocasionar la muerte de una persona a la media hora.
"Los penetrados" nos brinda por tanto la oportunidad de reducir el riesgo físico a cambio de enfrentarnos a nuestros propios prejuicios, ya que como decía Jean-Luc Godard, el sexo es política.
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