Parece que la estrategia de acercamiento definitivo al ciudadano del siglo XXI en el Partido Popular es aún una carrera llena de obstáculos.
Cuando las enérgicas negativas al divorcio, el aborto o el matrimonio homosexual -que por, supuesto, ninguno de sus integrantes y votantes practican- se hacían ver ya como parte de un pasado rancio que olía a naftalina, llega Soraya y le atraganta el desayuno al jefe. Claro, que esta vez la foto que El Mundo nos cuela unos días antes para ir caldeando el ambiente hasta el reportaje íntegro del domingo no es ni "ridícula", ni "frívola", ni "ostentosa".
Tras haber desfilado por las páginas de VOGUE políticos como Alberto Ruiz Gallardón o Ana Botella, la portavoz del Grupo Parlamentario sólo es protagonista de "una fotografía en un periódico".
Como dirían los nuevos alter ego del partido, Pignoise, no te preocupes Soraya que yo también te entiendo.
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