El polifacético emprendedor y nightclubber André Saraiva se ha convertido en los últimos años en el mediador más importante entre el competitivo mundo empresarial y la escena artística contemporánea. Tras varios años en Suecia huyendo de la dictadura de Antonio de Oliveira Salazar en Portugal, su familia se instala definitivamente en París, donde André comienza a plasmar su admiración por Keith Haring creando el graffiti-icono que firmaría todas sus posteriores obras: "Mr. A".
Disponible en múltiples formatos en su boutique Blackblock, situada en el interior del museo Palais de Tokyo -en la que se puede encontrar desde ropa y complementos hasta objetos y rarezas en edición limitada-, André decide dar un nuevo paso en la organización de fiestas con la apertura de su primer club llamado Le Baron. Enmarcado junto a otros establecimientos amigos en la asociación La Clique, el nuevo proyecto enseguida encuentra una exitosa réplica en Tokyo. Diseñado por Marc Newson, el local de la capital nipona ofrece además una sala VIP formada por cuatro camaleónicas habitaciones -con una capacidad entre ocho y 25 personas- en las que el contraste de decorados interiores permite disfrutar tanto de una noche salvaje como de un íntimo y confortable espacio lounge.
Co-propietario del bar-restaurante Beatrice Inn ubicado en el West Village neoyorkino gracias a su amistad con Paul Sevigny -el hermano de la popular Cloë Sevigny- André colabora también con Thierry Costes y el restaurador Delavenne Emmanuel en el Hôtel Amour, decorando una de sus 20 habitaciones -la más kitsch y barroca de todas ellas, mezclando de forma única juguetes, figuras y fotografías- desde su vital bagaje creativo.
"Es el efecto MySpace que ejerce sobre la gente", asegura Olivier Zahm con quien edita la revista WOW! para amantes de la nocturnidad que, como ellos, valoran más la actitud personal que la apariencia otorgada por la cartera llena.
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