La Sala del Canal de Isabel II de Madrid colgará por primera vez en nuestro país 75 instantáneas del insustituible Guy Bourdin en la exposición "A message for you".
Sus anuncios publicitarios para Charles Jourdan a finales de los sesenta y su contribución en prestigiosas revistas como Photo, Harper's Bazaar o la VOGUE francesa -que este mes celebró su 90 aniversario-, sentaron las bases del porn-chic con el que triunfaría Terry Richardson, recrearon escenarios imposibles de colores saturados adelantándose a David LaChapelle, y envolvieron cada fotografía de un misterioso aura cinematográfico digno de David Lynch. En este sentido, el año pasado el parisino Le Bon Marché causó sensación al proyectar quince cortometrajes inéditos del fallecido artista francés gracias a un acuerdo con su hijo Samuel, a pesar de que la última voluntad de su padre -que nunca concedió entrevistas- consistió en la destrucción de toda su producción artística.
El paso de los años ha demostrado que basta con recuperar campañas como las de Miu Miu, el spot de Stella McCartney para H&M, o el videoclip Hollywood de Madonna para reencontrarse con la surrealista estética de un genio que, de la mano de su musa y modelo Nicolle Meyer, seguirá perpetuando el voyeurismo como única respuesta a sus imperecederos interrogantes.
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