1. Xandre Rodríguez: ¿De dónde viene tu interés por las bandas? Yan Morvan: Yo mismo era un marginal. Las primeras "bandas" que fotografié eran marginales, tal vez mejor integradas de lo que yo lo estaba en aquel momento. Me interesaban, de alguna manera las envidiaba porque formaban una familia, una tribu.
2. XR: Llevas inmortalizando bandas desde hace cuarenta años, ¿cómo han ido evolucionando? YM: En los setenta, el éxito consistía en poseer un coche americano, una Harley-Davidson, o salir con una rubia, natural o teñida. Hoy, para existir, hace falta tener liderazgo, pasta, coche, chica, aparentar lo máximo posible. El éxito consiste en poseer diez restaurantes, cinco tiendas de ropa y tres discotecas, todo ello ganado a base de ejercer "actividades ilegales".
3. XR: ¿Cómo te las apañaste para integrar bandas tan diferentes? YM: No tengo ni idea. Por casualidad tal vez...
4. XR: ¿Con cuál fue más complicado? ¿Por qué? YM: Pasé uno de los peores momentos de mi vida entre 1994 y 1995, en la época de la llamada fractura social. Durante meses me moví entre los squats parisinos con una pandilla de golfos -entre los que se encontraba el famoso Guy George, el asesino en serie del este de París- trabajando para la revista Paris-Match. Éstos me cogieron como rehén -paliza en toda regla y amenazas a la familia- para obtener de mi un reportaje ridículo sobre las "armas en la periferia". Un "milagro" me salvó de aquella trampa en la que había caído. No more comment.
5. XR: ¿Comparten códigos comunes o, por el contrario, no tienen nada que ver entre ellas? YM: Es la ley de la jungla. La cadena alimentaria, el combate de dinosaurios. Que gane el mejor. ¡El único código que comparten es que gane el más fuerte!
6. XR: ¿Encuentras muchas diferencias entre la cobertura de conflictos armados en el Líbano o Irlanda del Norte y los de la periferia de ciudades como París? YM: En periodos de guerra, si eres un foto-reportero, eres considerado como "enviado especial" con un estatus comparable al de un cooperante, o incluso diplomático, lo que no quiere decir que estés exento de todo riesgo -la actualidad muestra más bien lo contrario-. Se nos considera como un "testigo objetivo". Es bastante noble... "Andar" con una banda presupone una cierta complicidad a la vista de las autoridades. Es hacer proselitismo. Para la policía "no se habla de ellas, por tanto no existen", es la consigna. Tomar en consideración a las bandas es afirmar su existencia y volverse "el aguafiestas de turno". Esta observación es también válida para ciertos medios.
7. XR: Tu último libro "Gangs Story" cuenta con el testimonio del ex miembro de la "Mafia Z" Kizo, ¿Cómo fue vuestro encuentro? YM: Kizo contactó conmigo en 2009, me pidió la autorización para utilizar algunas de mis antiguas fotografías para el documental "Gang Story" que pensaba realizar. Evidentemente se la di. Después trató de reencontrarse conmigo, algo que no me apetecía. Kizo es un tipo persistente, insistió y terminamos viéndonos. Las cosas tardaron en cuajar, pero al final nos pusimos de acuerdo. Nuestras "desconfianzas" mutuas acabaron esfumándose, y el verdadero trabajo comenzó hacia finales de 2011. El resultado, ya lo conocéis.
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