"Marina Abramovic. The Artist Is Present" es el título homónimo de la retrospectiva que el MoMA consagró durante meses a la artista serbia en el año 2010. En ella, esta pionera de la performance dialogaba en silencio durante unos instantes con cada una de las personas del público que accedían a sentarse a su lado. Una experiencia no sólo física, sino también emocional que alcanzó su clímax cuando, una vez abiertos los ojos, Abramovic se encontró por sorpresa al que fuera su pareja y colaborador durante doce años: Ulay.
Este y otros (buenos) argumentos para reivindicar el sofá, aquí
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