Continuando con la revolución discreta al frente de su firma Comme des Garçons, la japonesa Rei Kawakubo, que el año pasado se presentó al gran público en versión low cost gracias a su colaboración con H&M, golpea de nuevo al mercado con su arma favorita: las guerrilla stores.
Ubicadas de espaldas a los circuitos convencionales de alta gama, estas tiendas improvisadas durante un tiempo limitado en emplazamientos imposibles alérgicos a la ornamentación, constituyen el lugar de culto al que peregrinan los auténticos outsiders del mundo de la moda.
Veterana en este tipo de acciones desde su primera experiencia berlinesa hace cinco años en la que la figura de Adrian Joffe -su socio y pareja- también tuvo su peso, Kawakubo presenta ahora su monocromática línea "Black", disponible únicamente en once selectos puntos de venta itinerantes que se irán abriendo por todo el mundo entre mayo y junio de 2009. Algunos de los enclaves elegidos han sido la nueva tienda de la marca en la rue du Perche, 7 -situada en el parisino barrio de Le Marais-, en la que la colección permanecerá un máximo de 18 meses, o la ultra chic Colette, donde saldrá a la venta a partir del 22 de junio durante sólo dos semanas.
En medio del boom de estas tiendas pop-up -denominadas también así por la rapidez con la que aparecen y desaparecen del panorama- destaca la dirección de la diseñadora del londinense Dover Street Market. En él tienen cabida a lo largo de seis plantas las ideas y proyectos de creadores invitados de muy distintos campos siempre que, según ella, "tengan algo que contar en un ambiente de beautiful chaos".
Insaciable rastreadora de la innovación, Rei Kawakubo tampoco titubea si es el mainstream quien acude a ella, como cuando a finales de 2008 rediseñó por completo su boutique de Kottodori -en el distrito Omotesando de Tokyo- para celebrar el 30º aniversario de la apertura de la primera tienda de Louis Vuitton en suelo nipón. La joint venture dio como resultado la reinterpretación de seis de sus bolsos que, sin aceptar pedidos ni reservas por teléfono u on line, se ofertaron durante tres meses para aquellos afortunados que pudieron pasarse por la tienda.
Finalizado el tiempo acordado, todo volvió a la normalidad.
Ubicadas de espaldas a los circuitos convencionales de alta gama, estas tiendas improvisadas durante un tiempo limitado en emplazamientos imposibles alérgicos a la ornamentación, constituyen el lugar de culto al que peregrinan los auténticos outsiders del mundo de la moda.
Veterana en este tipo de acciones desde su primera experiencia berlinesa hace cinco años en la que la figura de Adrian Joffe -su socio y pareja- también tuvo su peso, Kawakubo presenta ahora su monocromática línea "Black", disponible únicamente en once selectos puntos de venta itinerantes que se irán abriendo por todo el mundo entre mayo y junio de 2009. Algunos de los enclaves elegidos han sido la nueva tienda de la marca en la rue du Perche, 7 -situada en el parisino barrio de Le Marais-, en la que la colección permanecerá un máximo de 18 meses, o la ultra chic Colette, donde saldrá a la venta a partir del 22 de junio durante sólo dos semanas.
En medio del boom de estas tiendas pop-up -denominadas también así por la rapidez con la que aparecen y desaparecen del panorama- destaca la dirección de la diseñadora del londinense Dover Street Market. En él tienen cabida a lo largo de seis plantas las ideas y proyectos de creadores invitados de muy distintos campos siempre que, según ella, "tengan algo que contar en un ambiente de beautiful chaos".
Insaciable rastreadora de la innovación, Rei Kawakubo tampoco titubea si es el mainstream quien acude a ella, como cuando a finales de 2008 rediseñó por completo su boutique de Kottodori -en el distrito Omotesando de Tokyo- para celebrar el 30º aniversario de la apertura de la primera tienda de Louis Vuitton en suelo nipón. La joint venture dio como resultado la reinterpretación de seis de sus bolsos que, sin aceptar pedidos ni reservas por teléfono u on line, se ofertaron durante tres meses para aquellos afortunados que pudieron pasarse por la tienda.
Finalizado el tiempo acordado, todo volvió a la normalidad.
He entrado en la web de la ultra chic Colette,(buena música)) y he visto unas botitas diseñadas por Zaha Hadid, al módico precio de 500 €, supongo que el par.(Ya sabemos que si un arquitecto coge el lápiz, tenemos que abrir la cartera, y más si se les ha desatado el artista que llevan dentro)
ResponderEliminarNo sé si quedarán bien en un número 41 de mujer. Tendré una terrible duda: ¿Con qué ropa me las pongo? Creo que mejor que iré personalmente a Paris a compralas, así practico mi pésimo francés... y os dejaré epatés, cuando vuelva. (¿Por las botas, o por el acento?)Au revoir.