Tras un reciente periplo por Nueva York, Washington y San Francisco, el Jeu de Paume acoge en París la primera retrospectiva en 25 años consagrada al estadounidense Garry Winogrand, una de las figuras más emblemáticas de la fotografía documental del siglo XX, cuyo legado se suma al de otros iconos de su generación como Robert Frank, Walker Evans y William Klein.
Nacido en el Bronx durante la resaca de los felices años 20, Garry Winogrand capturó obsesivamente la poliédrica identidad norteamericana desarrollando una prolífica carrera que comenzó en la década de los cincuenta. Sin embargo, en 1984, Garry fue víctima de un agresivo cáncer de páncreas que en pocas semanas segaría su vida con tan sólo 56 años. Un acontecimiento tan inesperado que Winogrand falleció sin poder revelar los últimos 6.500 carretes -portadores de unas 250.000 fotografías-, ni la mayoría de las imágenes previamente seleccionadas en las hojas de contacto, que hasta hace poco habían permanecido inéditas.
Extracto de mi nueva colaboración con El Asombrario