A pesar de todos los esfuerzos, la fotógrafa británica precursora de la estética grunge Corinne Day ha fallecido a los 48 años de edad a causa de un tumor cerebral.
Conocida por la sincera defensa de un acercamiento emocional a la realidad, Day logró crear escuela con un estilo povera presente desde el histórico número de la revista The Face en el que descubrió a una desconocida adolescente llamada Kate Moss a quien la nueva década de los 90 encumbraría como icono generacional.
Un par de años después, el polémico cóctel de aspecto lánguido y trasnochado -acuñado "heroin chic"- volvió a dar resultado haciéndose un hueco entre las páginas del VOGUE british llevando una vez más la exitosa imagen de la girl-next-door en portada ante el espanto de una Anna Wintour que, al otro lado del Atlántico, conspiraba con los principales diseñadores el destierro definitivo de la tendencia, sin saber que la inoportuna muerte de Kurt Cobain acabaría haciendo el trabajo sucio por ella.
No obstante, lo que sin duda permanecerá inalterable será el legado de Corinne Day que, a medio camino entre Nan Goldin y Juergen Teller, puede contemplarse en las londinenses National Portrait Gallery y Gimplel Fils Gallery donde, por méritos propios, nunca será necesario llevar unas gafas 3-D.
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