El heredero mediático de Juan Pablo II finaliza hoy su polémica gira promocional por nuestro país criticando la secularización de una sociedad que cada vez se le parece menos.
Y es que la antigua estrategia del miedo difundida por la Iglesia durante el llamado "terror milenario" -que popularizó las peregrinaciones a Santiago de Compostela consolidándolo como escenario definitivo de la clientela de la fe- ha sido sustituida en la actualidad por una manifiesta alergia al látex, la interrupción del embarazo, o los matrimonios entre personas del mismo sexo. Observando cómo las parroquias se endeudan tratando de costear las millonarias indemnizaciones a las víctimas afectadas por los destapados casos de pederastia globalizada y los constantes escándalos que confirman una vergonzosa doble moral, da la impresión de que la jerarquía católica ha puesto a dieta los 21 gramos del alma de los que hablaba Alejandro González Iñárritu.
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