La autopista 90 que cruza el árido desierto de Texas conduce a la definitiva meca postmoderna de principios de siglo. Se trata de la sorprendente instalación que los artistas Michael Elmgreen & Ingar Dragset han ubicado en Marfa tomando como modelo la firma italiana PRADA. Mimetizada entorno a un desértico paisaje, la instalación permanece cerrada todo el año y cuenta incluso con un sistema propio de seguridad e iluminación durante toda la noche a fin de asegurar la exhibición non-stop de unos productos que evocan la mercancía fetiche a la que hacía referencia Karl Marx. Paradójicamente, la herencia libertaria de Easy Rider sólo parece cobrar sentido hoy en día desde la incondicional admiración por el objeto y el magnetismo constante que el lujo proyecta sobre nuestros deseos y aspiraciones, aunque éste nos de con la puerta en las narices.
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