Roots

Quienes logren sortear el asfixiante calor de este verano tardío coincidiendo con los últimos días de la Fashion Week parisina que se celebra estos días en la capital francesa, encontrarán en la primera planta de la ultra-chic Colette una exclusiva pop-up store dedicada al célebre Terry Richardson aprovechando el lanzamiento de su libro Mom & Dad. En esta ocasión, el abanderado del porn-chic no ha dirigido su objetivo propiciando un desnudo físico sino psicológico, ya que en su nueva obra ha optado por retratar los recuerdos más íntimos de sus padres, presentándolos en dos volúmenes independientes tan únicos como ellos mismos.

Sin embargo, las relaciones familiares de Terry ya habían sido ampliamente documentadas en las páginas de algunos números antiguos de Purple Fashion Magazine donde Terry hablaba relajado de su infancia a lo largo de cinco capítulos ante un Olivier Zahm en actitud freudiana. Gracias a ellos, supimos que una joven aspirante a actriz procedente de Sunnyside (Queens) llamada Norma Kessler conoció mientras bailaba en la producción de Broadway "Bye Bye Birdie" en una de las noches del Copacabana neoyorquino al que luego se convertiría en uno de los fotógrafos de moda más personales de los sesenta: Bob Richardson.

Cuando Terry apenas tenía nueve o diez meses decidieron mudarse cuatro años a París donde Bob encontró la libertad para hacer las fotos que quería en el VOGUE francés, perfeccionando un estilo que ahora su hijo describe así: "Mi padre desarrolló todos sus sentimientos, sus emociones y su persona, todo aquello que pudiera poner en imágenes. Ese es el motivo por el que creo que muchas de sus fotos son tan emocionalmente intensas. El ambiente está tan cargado que puedes sentirlo. La imagen no es necesariamente sobre los verdaderos sentimientos del modelo, es sobre los verdaderos sentimientos de mi padre transmitidos a través de la fotografía, lo cual creo que es muy difícil de hacer". Algún tiempo después, Bob -fallecido en 2005- tuvo un affaire de cuatro años con Anjelica Huston cuando esta tan sólo tenía 17 años y una prometedora carrera como modelo por delante. Por el contrario, su mujer sufrió un accidente de coche tras ser golpeada por un camión del Pacific Bell Telephone del que aún no se ha recuperado por completo.