Azul

Con el recuerdo de la inocua campaña electoral europea presente y la estupefacción por las invariables cifras del desempleo, España afronta a partir de hoy su cuarta presidencia semestral de la Unión desde nuestra adhesión en 1986.

Cumpliendo con la novedosa entrada en vigor del Tratado de Lisboa, dicha presidencia comenzará delegando sobre el ex-primer ministro belga y actual presidente permanente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y la Alta Representante de Política Exterior, Catherine Ashton, una considerable parte del peso diplomático de los más de 2.600 actos programados hasta el próximo 30 de junio.

Sospechando sin embargo que entre viaje y viaje los grandes temas de ayer y de hoy -como la crisis económica, la visibilidad real de la Unión o una verdadera cohesión en política exterior- seguirán quedándose por el camino tras este liderazgo express, convendría revisar a fondo el nuevo mapa geopolítico diseccionado quirúrgicamente por Parag Khanna. En su lúcida obra El segundo mundo, este prestigioso asesor y analista nos recuerda que Europa necesita seguir frenando la consolidación de competitivos imperios, ya sean emergentes -con el ojo puesto principalmente en China- o -hasta ahora- consolidados como EE.UU.,a pesar del aparente alejamiento de Obama de la cowboy diplomacy de su antecesor o, de lo contrario, el azul podría verse pronto oscurecido por grandes nubarrones negros.