Han hecho falta algo más de veinte años de espera, pero, al fin, el parisino Centre Pompidou ha decidido entregarse de lleno al pop art recuperando la trayectoria de uno de sus más firmes pilares: Roy Lichtenstein. Convertida ipso facto en la exposición de este verano tras haber realizado un largo recorrido por el Art Institute de Chicago, la National Gallery de Washington y la Tate Modern de Londres, "Une rétrospective" no sólo tiene como objetivo hacer accesible a los visitantes el arte de Lichtenstein a lo largo de toda su carrera, sino también dar a conocer el carácter multidisciplinar de la misma, acercando al gran público detalles que hasta ahora habían pasado más desapercibidos.
En este sentido, a los icónicos cuadros y esculturas del artista norteamericano se le suman numerosos dibujos, collages, cerámicas e incluso portadas para las semanarias TIME o Newsweek hasta completar un total de 124 obras realizadas entre 1959 y 1997, año en que falleció. Considerado uno de los primeros artistas postmodernos y pionero del pop art mucho antes de que Warhol debutara con sus inconfundibles latas de sopa Campbell's, Lichtenstein nunca ocultó sus influencias a la hora de reinterpretar las obras de algunos de los grandes símbolos de la Historia del Arte como Picasso, Mondrian o Van Gogh.
Haciendo caso omiso del boom que supuso en su país natal el expresionismo abstracto abanderado por Jackson Pollock, el neoyorquino se permitió incluso parodiarlo en su obra "Brushstroke". Algo que no debió gustarle mucho a la revista Life, ya que en uno de sus números no dudó en interrogarse sobre la posibilidad de que Lichtenstein fuera "el peor artista de los Estados Unidos". Una actitud que contrasta con la realidad, ya que éste no sólo contó con el respaldo del influyente Leo Castelli, sino que también logró traspasar fronteras convirtiéndose en el primer norteamericano que exponía en la londinense Tate Gallery.
No obstante, lo que realmente hizo célebre su obra, fue el dominio de una técnica inspirada en el puntillismo de Seurat denominada "benday". Comúnmente utilizada en la impresión de cómics, Lichtenstein se sirvió de su estética gráfica para reproducir pictóricamente uno de los elementos fetiche de la cultura popular sobre la que se cimentaban los principios del pop art. Un movimiento que dio el pistoletazo de salida gracias al mítico collage "Just What Is It That Makes Today's Homes So Different, So Appealing?" de Richard Hamilton y del que, de alguna manera, todos formamos parte.
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