miércoles, 23 de enero de 2013

B.S.O.

A mediados de los setenta, los últimos resquicios del flower-power se daban de bruces con la aparición de un nuevo movimiento que, a base de berridos y grandes dosis de provocación, despertó a toda una generación. Treinta y seis años después del mítico "Never Mind The Bollocks" y de aquellas primeras instantáneas de Salvador Costa llegadas a nuestro país apenas cumplidos dos años de la muerte de Franco, cabe preguntarse: ¿Podría ser el punk la banda sonora apropiada para los tiempos en que vivimos? Si prestamos atención a las novedades editoriales, la respuesta parece evidente.


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